Con la resaca aún del Mundial de ciclismo, que dejó a España una vez más sin medallas en las pruebas de carretera, afrontamos la Vuelta a España, la última Gran Vuelta de la temporada, en la que las expectativas para el ciclismo español son muy diferentes a las del Mundial.
La gran esperanza española para esta Vuelta a España será Juan Ayuso (UAE Team Emirates), podio en la edición pasada, y que, en lo poco que ha podido correr, ha demostrado este año estar a un gran nivel, después de ganar una etapa en el Tour de Romandia y dos etapas en la Vuelta a Suiza, en donde finalizó segundo en la general. En esta Vuelta a España contará con un equipo de lujo, donde sobresalen el portugués João Almeida, el australiano Jay Vine o el también español Marc Soler.
Otra de las esperanzas, como no podría ser de otra forma, reside en la figura de Enric Mas (Movistar Team) que, pese a no tener su mejor año, es el actual subcampeón de la Vuelta a España, y es conocido su potencial en esta carrera, donde cuenta ya con tres subcampeonatos. Esperemos que en España tenga más suerte que en el pasado Tour de Francia, donde tuvo que abandonar por caída en la primera etapa, sin haber podido dar muestras de su nivel. El Movistar le arropará aquí con el núcleo español del equipo, con ciclistas como Carlos Verona, Oier Lazkano o Iván García Cortina, además de otros corredores de calidad, como el colombiano Einer Rubio o el portugués José Ruben Guerreiro.
Eso si, ellos dos no parten como los grandes favoritos, sino que estos serán ciclistas de fuera de nuestras fronteras.
De hecho, un equipo agrupará a dos de los grandes favoritos: el Jumbo-Visma. El equipo neerlandés contará con el esloveno Primož Roglič, ganador del Giro de Italia 2023 y de tres ediciones de la Vuelta a España, y con el danés Jonas Vingegaard, ganador del Tour de Francia 2022 y del Tour de Francia 2023. Ambos compartirán el liderato del equipo, que, de ganar la Vuelta, podría conseguir las tres Grandes Vueltas en una misma temporada.
El otro gran contendiente al triunfo será el belga Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step). Remco defiende el título de campeón de la Vuelta a España, después de sumar en la ronda española su primer triunfo en la general de una Gran Vuelta en 2022. Este año llega a la Vuelta con un palmarés muy similar al del pasado año, al repetir sus triunfos en la Lieja-Bastoña-Lieja y en la Clásica de San Sebastián, además de haberse proclamado campeón del Mundo de contrarreloj, pudiendo lucir el maillot arcoíris en esta especialidad ya en la Vuelta.
Evenepoel y Roglič ya tuvieron un equilibrado duelo en la Volta a Catalunya 2023, del que resultó ganador el esloveno. En esta ocasión, el Jumbo-Visma tendrá, además, a Vingegaard, lo que debería decantar la balanza aún más para el equipo neerlandés.
El BORA-Hansgrohe tendrá otros rivales a tener en cuenta para la general, como es el caso del ruso Aleksandr Vlasov, el alemán Emanuel Buchmann o el joven belga Cian Uijtdebroeks, que podría ser una de las revelaciones de la Vuelta a España, teniendo en cuenta lo bien que ha rendido durante la temporada. Junto a ellos estarán el colombiano Sergio Higuita y los alemanes Lennard Kämna y Nico Denz, formando uno de los equipos más potentes de la Vuelta.
Tampoco podemos olvidar al INEOS Grenadiers, con el británico Geraint Thomas y el colombiano Egan Bernal como punta de lanza. Junto a él, ciclistas del nivel de los españoles Jonathan Castroviejo y Omar Fraile, del neerlandés Thymen Arensman, del italiano Filippo Ganna o del belga Laurens de Plus le ayudarán en su lucha por el podio de la Vuelta a España.
Otros de los equipos con potencial de cara a la general serán el EF Education-EasyPost y el Bahrain-Victorious. El primero contará con la presencia del británico Hugh Carthy para la general, además de otros ciclistas de gran nivel, como el genial contrarrelojista suizo Stefan Bisseger o el ecuatoriano Jonathan Caicedo. El segundo equipo contará con el español Mikel Landa, que tras un discreto Tour tratará de brillar en la ronda española, el colombiano Santiago Buitrago, el italiano Damiano Caruso o el neerlandés Wout Poels.
También hay que destacar la gran presencia española en el equipo francés del Cofidis en el que estarán Jesús Herrada, José Herrada y Rubén Fernández en la Vuelta, así como en el Astana Qazaqstan Team, con la presencia de David de la Cruz, Javier Romo y Luis León Sánchez.
Otros favoritos a la general son el francés Romain Bardet (Team DSM-Firmenich) o el irlandés Eddie Dunbar (Team Jayco AlUla).
Otro aspecto importante en cada edición de la Vuelta son las invitaciones a equipos españoles Pro Tour, que en este caso han recibido el Burgos-BH y el Caja Rural-Seguros RGA, quedándose fuera los equipos Euskaltel-Euskadi y Kern Pharma, lo que nos asegura no poder disfrutar en esta Vuelta de ciclistas del nivel de Mikel Bizkarra, Carlos Canal, Luis Ángel Maté, Raúl García Pierna o Igor Arrieta. Aún así, en el Caja Rural podremos disfrutar de ciclistas del nivel del ecuatoriano Jefferson Alveiro Cepeda, del venezolano Orluis Aular o de los españoles Jon Barrenetxea, Fernando Barceló o el joven Abel Balderstone, mientras que el Burgos-BH tendrá al neerlandés Jetse Bol, al francés Cyril Barthe y a los españoles Pelayo Sánchez, Dani Navarro o Ander Okamika, como ciclistas más destacados.
En cuanto al recorrido, esta edición de la Vuelta arranca en Barcelona, con una contrarreloj de 14.8 kilómetros en la ciudad condal.
Tendremos una primera semana dura, tocando ya los Pirineos y pisando el país vecino de Andorra.
Ya en la etapa 3 tendremos el primer final en alto de esta Vuelta, en una etapa que pasará por el Coll d’Ordino y que finalizará en Arinsal, Andorra.
El Coll d’Ordino, con 17’3 kilómetros y un 7’7% de media, será un puerto duro de paso, mientras que Arinsal contará con rampas de un 13% en sus 8’3 kilómetros, contando con dos kilómetros a más del 9% de media.
En la etapa 6, tendremos otro final en alto, en el Observatorio Astrofísico de Javalambre.
Podríamos hablar de una etapa 6 prácticamente unipuerto, porque no existe un gran encadenado previo para endurecer la carrera. El Alto Fuente de Rubielos, sin embargo, pese a ser de tercera categoría, cuenta con 6’1 kilómetros al 6’2%, y el Pico del Buitre, donde tendrá lugar el final de etapa, cuenta con 10’9 kilómetros al 8% de meta, destacando sobre todo a partir de la mitad de puerto, donde nos encontraremos con cuatro kilómetros a más del 9% de media, siendo uno de ellos al 11’4% de media.
Para el fin de semana, la Vuelta se reserva otras dos etapas de montaña, en las etapas 8 y 9.
En la etapa 8 se hará un encadenado de cinco puertos, hasta Xorret de Catí. En total habrá un puerto de tercera, tres de segunda y uno de primera, que estará a tres kilómetros de meta.
Ninguno de los puertos cuenta con especial dureza como para hacer daño por sí mismo. El alto de Xorret de Catí tiene 3’9 kilómetros, y cuenta con un porcentaje medio de 11’4%. Las rampas de este puerto llegan hasta el 22%, pero, pese a todo esto, parece complicado que entre los hombres de la general haya una gran diferencia de tiempo, por lo que probablemente se piquen sólo unos segundos, y estén más incentivados por una posible victoria de etapa, con la bonificación que ello supone.
La etapa 9 recorrerá la Región de Murcia, con final en el Collado de la Cruz de Caravaca.
De nuevo, podría haber pocas diferencias en la general, ya que el otro gran puerto de la jornada, el Puerto Casas de la Marina la Perdiz se corona a más de 120 kilómetros de meta.
El puerto final tiene varios descansillos, y es un continuo sube y baja, lo que limita el porcentaje del puerto. Aún así cuenta con varias rampas de más del 15%, llegando hasta el 20%.
Tras el primer día de descanso, la segunda semana iniciará con una contrarreloj, la más larga de esta edición de la Vuelta a España, con 25’8 kilómetros, en la ciudad de Valladolid.
La contrarreloj será claramente para especialistas, por lo que los escaladores deberían de perder bastante tiempo respecto a Evenepoel, Vingegaard o Roglic.
La etapa 11 finalizará en el precioso alto de La Laguna Negra, en una etapa unipuerto.
Viendo el perfil de la etapa, lo único que podría animar los primeros 150 kilómetros sería una fuga numerosa, que pudiese echarle un pulso al pelotón, teniendo en cuenta que tendrían una jugosa opción de victoria de etapa.
En cuanto al puerto final, estamos ante una subida de 6’5 kilómetros al 6’8%, donde lo más duro será el kilómetro y medio final, donde los porcentajes de media subirán, llegando a rampas del 14% y 13%.
Posteriormente, volveremos a salir de España en la etapa 13, para afrontar la etapa reina de esta edición, entre Formigal y el Tourmalet, ya en territorio de Francia.
Viendo el perfil de la etapa podemos destacar que será una etapa cortita, de sólo 134’7 kilómetros, lo que significa que la velocidad que imprimirán los ciclistas será muy alta desde el inicio.
Esta velocidad y el encadenado de puertos, con el Puerto de Portalet nada más arrancar; el Col d’Aubisque, de categoría especial, con 16’5 kilómetros al 7’1%, siendo un puerto muy constante sobre todo a partir del kilómetro 6, a partir del cual tendremos siempre kilómetros al 7-8% de media; y el Col de Spandelles, puerto más cortito, de primera categoría, pero de mayores porcentajes, con varios kilómetros con medias del 9% y de más del 8%, y con rampas que llegarán al 15%.
Por si no fuera poco todo esto, el coloso del Tourmalet esperará a los ciclistas al final de la etapa. Sus 18’9 kilómetros al 7’4% son el territorio perfecto para ver explosiones entre los candidatos de la general, en un puerto muy constante, y con dos kilómetros finales terribles, superando uno el 8% de media, y el último kilómetro haciéndose al 9’6% de media.
Esta etapa 13 se encadena además con una durísima etapa 14 en tierras navarras, finalizando en el puerto de Belagua.
Antes de llegar al puerto final, el pelotón afrontará dos puertos aún en territorio francés, como son el Col Hourcére y el puerto de Larrau, ambos de categoría especial y con rampas terribles. De hecho, Larrau a lo largo de sus 14’9 kilómetros cuenta con tres kilómetros consecutivos a más del 11% de media, y con dos kilómetros finales a más del 10% de media.
El puerto de Belagua, por su parte, no tendrá tanta dureza, con varios kilómetros en torno al 7% de media, y con tres kilómetros finales de falso llano. Por ello, parece claro que los ciclistas que quieran hacer daño deberían de hacerlo desde más lejos, concretamente desde Larrau.
La segunda semana terminará con otra etapa en Navarra, con final en Lekumberri, en una jornada de media montaña que puede ser muy bonita.
En la última semana, se comenzará afrontando una etapa en Cantabria, con final en un puerto de segunda categoría en Bejes.
En la etapa 17 se afrontaría la etapa reina de esta edición de la Vuelta, sino fuera por esa etapa en el Tourmalet, ya que terminará en el mítico alto del Angliru.
En esta etapa se pasará por el Alto de la Colladiella y por el Alto del Cordal para endurecer la etapa, que finalizará en el Angliru con sus 12’4 kilómetros al 9’8%, de los que destacan los últimos 7 kilómetros, en los que los ciclistas se encontrarán con rampas de hasta el 24%.
En la jornada siguiente, se afrontará una durísima etapa entre Pola de Allande y la Cruz de Linares, con tres puertos de primera (con doble subida al Puerto de la Cruz de Linares), un puerto de segunda y un puerto de tercera, y, en total, más de 4600 metros de desnivel acumulado.
El Puerto de la Cruz de Linares cuenta con 8’3 kilómetros al 8’6%, siendo los cuatro kilómetros iniciales los más duros, con kilómetros al 10% de media.
Por último, el gran escollo final a la general de la Vuelta a España lo tendremos en la etapa 20, en una jornada con 10 puertos de tercera categoría por la sierra de Madrid, que de forma individual no supondrían grandes problemas, pero que en conjunto, y con la fatiga acumulada, serán muy duros. En total, estamos ante una etapa de más de 4300 metros de desnivel acumulados, una cifra bastante elevada.
Con este recorrido de lujo, probablemente uno de los mejores de los últimos años, y con una participación igualmente de lujo ya sólo nos queda disfrutar de una Vuelta a España que promete ser histórica.
LA ANTORCHITA 