Se baja el telón del Europeo indoor de atletismo

Se terminó el Europeo de pista Cubierta de Estambul y toca hacer una pequeña reflexión sobre la participación de la delegación española, aunque antes de entrar en detalle, nos tenemos que interesar por Quique Llopis, que sufría una dura caída durante la final del 60 vallas con un golpe importante en la cabeza a escasos metros de la línea de meta.

El propio vallista confirmaba ayer por la noche: «me encuentro bien y agradezco todas las muestras de apoyo recibidas«. Sin duda, las mejores palabras que podíamos escuchar tras las angustiosas imágenes y el nulo interés de sus adversarios en su estado de salud. Además, en la mañana de hoy lunes se confirmaba su alta y volará a España mañana martes.

Entrando ya en lo puramente deportivo, los números indican que la actuación española ha sido muy mejorable, 2 medallas y 10 puestos de finalista. Desde Praga 2015, no se conseguían unos datos similares, pero hay que sacar la lupa y analizar más detenidamente este Europeo, con sus luces y sus sombras.

Medallas de calidad a pesar de las bajas

Un calendario apretado, el criterio de competitividad de la Federación o las renuncias y ausencias de nuestros atletas más destacados como Mo Katir, Mario García Romo, Asier Martínez, Mariano García, Sara Gallego o Maribel Pérez quitaban algo de lustre a una selección, que aún así, contaba con mimbres suficientes para haber engordado algo más nuestro medallero.

Respondió bien Adel Mechaal, al que poco le importa ir de exhibición en exhibición, obteniendo una plata en 3000m que consolida su nombre a nivel internacional. Se mantuvo lo más cerca posible del magnífico Jakob Ingebrigtsen en una carrera rápida que ayudó a limpiar a sus posibles rivales.

Adel, el primero de los ‘mortales’, sólo superado por Ingebrigtsen © @atletismoRFEA

Una medalla menos esperada fue la de Adrián Ben en el 800. El gallego, que fue cuarto en el Nacional de hace apenas 2 semanas, demostró con su oro, que es un atleta creado para los grandes campeonatos; ya acumula finalista olímpico, finalista mundial y ahora campeón de Europa bajo techo en una prueba tan difícil de gobernar como el 800.

Nuevo campeón para el 800 español © @atletismoRFEA

Y pudieron ser más

Deja un sabor amargo el 400, tanto en la prueba individual como en el relevo. En una disciplina que apuntaba a dos metales, nos vamos con dos cuartos puestos muy condicionados y que saben a poco. Óscar Husillos mostró su gran momento de forma, pero una discutible gestión en su serie, sumado al adelantamiento sobre los cuadros en la semifinal del belga Watrin, le condenaron a una calle 2 en la final, donde el palentino lo luchó, pero se comprobó que era muy complicado acceder al podio desde ahí.

El relevo quedó marcado por las bajas de Iñaki Cañal, lesionado del hombro tras una caída al disputar la victoria en las series y Manuel Guijarro, que no llegó a la cita europea en las mejores condiciones físicas. Con este panorama, tuvieron que salir a escena los jóvenes Markel Fernández y David García, de tan sólo 17 años, que junto al propio Husillos y Lucas Búa, mantuvieron el control de la carrera durante 700m, pero no se pudo concretar en la recta final. Brotes verdes con estos nuevos nombres, que darán que hablar mucho en un futuro muy cercano.

Continuamos con otros 3 cuartos puestos con tintes felices y muy meritorios. Empezaremos con Lorea Ibarzábal que culminaba su sensacional invierno con marca personal en el 800 y sus 2:00.87, quedándose a tan sólo dos centésimas del bronce después de una última recta colosal. A sus 28 años, ha debutado con la selección, pero que será uno de los nombres importantes en los próximos eventos.

Lorea apurando sus opciones de medalla © @atletismoRFEA

Dos casos que guardan mucha similitud son los de Esther Guerrero y Jesús Gómez, dos atletas que han pasado un calvario en el último año debido a las lesiones, pero su gen competitivo es tal que se levantan una y otra vez para hacernos vibrar. Su actuación en los 1500m es de aplaudir y seguir confiando en ellos.

El quinto puesto de Jorge Ureña en heptatlón nos mostró como la lucha del de Onil era consigo mismo, quizá no tuvo las mejores sensaciones durante todo el concurso, pero fue un ejemplo de profesionalidad y seguir intentándolo hasta el final. Ureña venía de 3 medallas consecutivas en Europeo indoor y se le exigía desde todos los focos su presencia en el podio, siendo una final bastante asequible por marcas.

Jaime Guerra llegaba con las expectativas por todo lo alto tras sus 8.08m en longitud conseguidos en Madrid y se quedó finalmente en sexto lugar con 7.84 en su debut como internacional. Mostró regularidad con tres saltos por encima de 7.75m y le servirá para tomar el pulso a las competiciones internacionales. El bronce de la longitud se quedó en 8m exactos.

Águeda Marqués con su séptimo lugar en 1500m, también es una de las noticias agradables de este fin de semana. La joven atleta segoviana sigue progresando y en Estambul rebajó 3 segundos su mejor marca personal acercándose cada vez más a las mejores y convirtiéndose en una alternativa cada vez más real para Esther Guerrero.

Otro séptimo puesto muy peleado fue el de la eterna Marta Pérez, atleta sufridora como pocas, en una prueba, los 3000m que tuvo una carrera muy rápida lanzada por las alemanas Klosterhlafen y Klein. Marta simboliza un ejemplo a seguir para todas las generaciones venideras por su entrega y sacrificio. Además en esta prueba tuvimos un décimo lugar de Marta García, otra atleta que una vez finalizados sus estudios y con dedicación más exclusiva al atletismo empezará a recoger sus frutos pronto.

Buena prestación de Jael Bestué en el 60 lisos, colándose en la final y terminando octava, siendo la única mujer española en disputar una final europea indoor en esta distancia. Quizá no estuvo tan fina como en el campeonato de España, pero poco que reprochar a la atleta catalana, una de las puntas de lanza de esa velocidad femenina que tan buen sabor de boca dejó la temporada pasada.

El oro de Adrián Ben no puede dejar pasar por alto el análisis del 800m, con un Saúl Ordóñez, que partía como uno de los favoritos tras ser campeón nacional y que tras su eliminación en las series conocíamos que había competido enfermo. En estos casos, se echa de menos mayor transparencia para evitar la crítica a posteriori. Javier Mirón en su debut alcanzó las semifinales y aún debe pulir pequeños aspectos tácticos en carreras más lentas.

La clase media formada por atletas como Fátima Diame Belén Toimil, Daniel Rodríguez o Nacho Fontes, estuvieron por debajo de lo esperado con marcas discretas para lo que venían acreditando. Se esperaba que alguno pudiera haber conseguido acceder a la final o avanzar ronda tirando de su experiencia en estos eventos.

En las vallas, Daniel Cisneros y Kevin Sánchez, este último llegando a semifinales empiezan a demostrar que existe fondo de armario en esta disciplina. Xènia Benach, con lágrimas incluidas, se sentía frustrada por su actuación, en un invierno que ya ha rozado bajar de los 8 segundos, se le escaparon los tiempos para acceder a semis por apenas media décima.

Valores jóvenes como Daniela García en 800m o Iker Arotzena en salto de longitud, apuntan alto y seguiremos pendientes de su evolución para comprobar si se pueden consolidar en el equipo nacional.

Valoración del campeonato

Como cierre, recoger las palabras del seleccionador Pepe Peiró: «no estamos satisfechos con los resultados». Llegados a este punto, apreciamos la doble lectura; si nos ceñimos al presente, la actuación en términos generales y con los números en la mano ha sido bastante discreta con honrosas excepciones. No hay que olvidar que tenemos poca trascendencia en concursos y lanzamientos, mientras que el atletismo europeo global sigue evolucionado y hay países como Portugal, Finlandia o Grecia que nos han superado en número de medallas y en el medallero.

Si vamos más allá y ampliamos miras, podemos decir que el atletismo español goza de buena salud, van apareciendo nombres nuevos y se sigue progresando de cara al aire libre. ¿Y tú, con qué visión te quedas?

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